Un pura sangre eléctrico.
Conducimos el BMW i4 M50 del 2022, el primer automóvil 100% eléctrico de la marca que lleva esa icónica letra “M” asociada a la deportividad y a las altas prestaciones.
Para esto, BMW introduce varios de cambios estéticos en el diseño exterior, para diferenciarse de un i4 estándar, tales como unos paragolpes más agresivos, llantas más grandes, neumáticos Pirelli P Zero y un llamativo difusor en su parte trasera.
En cuanto al interior, vemos un volante de cuero con un tacto realmente agradable debido al tamaño y grosor, incluye la letra M y unas costuras muy llamativas con los tres colores de la destacada división de BMW.
Se destacan los pedales de aluminio, molduras decorativas en fibra de carbono y unos atractivos asientos deportivos que ofrecen un agarre lateral notable, incluso a la altura de los hombros.
Nos llama la atención un doble panel curvo que incluye dos pantallas, el panel de instrumentos de 12,3 pulgadas y la pantalla del sistema multimedia de 14,9 pulgadas con el sistema operativo 8.0 de BMW, con una resolución muy elevada y una gran cantidad de menús.
A diferencia de los modelos M conocidos, en este i4 no encontraremos información específica sobre los tiempos por vuelta o un medidor de fuerzas G.
Por otro lado, los botones físicos se han reducido en la medida de lo posible y eso incluye los del aire acondicionado.
Cuando nos ponemos en marcha, lo primero que llama la atención es la aceleración, basta con pisar el acelerador y sentir como el i4 M50 ofrece una respuesta inmediata.
Para obtener los 544 caballos de potencia hay que seleccionar el modo sport boost y así beneficiarnos de una aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 3,9 segundos, impresiona la sensación de quedar pegado contra el asiento cada vez que el conductor acelera.
BMW incluye en este caso, un sonido artificial, diseñado por el reconocido compositor alemán Hans Zimmer, recordamos que esta banda sonora se puede desconectar, disfrutando así del silencio y la vertiginosidad de los dos motores eléctricos del coche.
Cabe recordar que el i4 M50 no es un M puro de tracción trasera por lo que no vamos a disfrutar de marcados sobrevirajes más o menos controlados a la salida de las curvas.
Trae una suspensión M adaptativa con dos niveles de dureza, que ofrecen, un nivel de confort agradable en su opción más blanda, y un control de movimientos del auto muy destacado en la posición más firme.
Los frenos también ayudan a la hora de controlar las inercias, con un pedal cuyo tacto sorprende.
En cuanto a rendimiento, BMW informa que rinde 79 MPGe en ciudad y un consumo combinado de 80 MPGe.
Como detalles de equipamiento podemos destacar, luces láser, Head-Up Display, cargador inalámbrico, techo solar, asientos con calefacción, cámara de estacionamiento, equipo de sonido Harman/Kardon, suspensión adaptativa M, dirección deportiva variable, frenos M Sport y un eficiente equipo de seguridad y asistentes a la conducción.
Algo para resaltar, una vez más BMW apuesta por el cuidado del medio ambiente, el i4 M50 se fabrica en planta de Munich, donde toda la energía utilizada es hidroeléctrica, de modo que la sustentabilidad del nuevo modelo comienza en su producción, reduciendo de esta forma la huella de carbono y el potencial de calentamiento global.